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El Desplome

Reflexiones sobre perder mi trabajo, encontrar liberación en la incertidumbre y redescubrir lo que significa ser mi mejor cliente después de años de ser un pasajero en el viaje de otra persona.

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Lorenzo Villalobos
Propietario & Desarrollador SR.
12 de octubre de 2025 5 min de lectura

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Espaciado

Fui despedido de mi trabajo recientemente, y he estado lidiando con lo que solo puedo describir como un desplome muy necesario.

Durante muchos años, trabajé para una empresa donde nunca estuve en el asiento del conductor. Solo era un pasajero en un viaje del que quería bajarme durante mucho tiempo. Por supuesto, con el mercado laboral siendo lo que ha sido, no pude simplemente saltar. En cambio, estuve atrapado con las secuelas de ese entorno: una capacidad de atención tensa y un interés constantemente fabricado. Ahora que me han despedido, estoy sintiendo el impacto completo y sin filtros de la liberación. Es aterrador, pero también es innegablemente real.

Para muchos de ustedes que leen esto, eso puede sonar despectivo, especialmente si emplean personas. Solo pido que se quiten el sombrero de la empresa por un momento. Asiéntense en sus pensamientos como seres humanos, fuera de la influencia de la cultura laboral y su mentalidad.

La Nueva Rutina y El Viejo Temor

En la superficie, mis días han comenzado a llenarse con un renovado sentido de propósito. Finalmente estoy terminando proyectos personales para los que nunca tuve tiempo. Estoy diseñando procesos para escenarios futuros, construyendo plataformas para devolver a mi comunidad, y trabajando en la estrategia de negocio para obtener los clientes que tanto se necesitan ahora. Soy el cliente y el desarrollador, el estratega y el técnico.

Pero esa energía productiva no dura todo el día. A medida que avanza la tarde, puede instalarse la vieja sensación de temor. Es una sombra en el fondo de mi mente, y constantemente trabajo en alejarla, no solo para enfocarme, sino para mantener el pánico a raya. Sé por años de desescalar problemas complejos que una mente inquieta toma malas decisiones, y ahora mismo, mi propia claridad es el activo más importante que tengo.

El Precio de la “Seguridad Laboral”

Siempre he sido una persona curiosa, constantemente saltando dentro y fuera de proyectos paralelos y trabajando con mis propios clientes. Durante años, estuve construyendo mis propios castillos de arena—prototipos y aplicaciones personales—mientras trabajaba para una empresa donde solo estaba poniendo el 20% de mi verdadero esfuerzo creativo. Lo hice porque tenía “seguridad laboral”. Si bien eso es genial para sentirse “seguro”, la verdad es que si constantemente dependes de otros para abrir puertas, te encuentras construyendo soluciones en habitaciones en las que quizás no quieras estar. Para muchas personas, es aún peor; es quedarse completamente fuera mientras industrias enteras se derrumban por la inestabilidad global.

Ese hábito de larga data creó un problema profundo: me hizo entregar menos a MÍ MISMO. Ese es un punto importante porque la decepción que viene desde dentro golpea más fuerte que cualquier revisión externa. Su efecto se acumula con el tiempo, convirtiéndose en un aplastante bucle mental. Y ahora, esa decepción interna y silenciosa ha chocado con una realidad externa mucho más ruidosa.

La Verdadera Conclusión

¿Cómo rompes ese bucle? La inseguridad financiera es más real que nunca. Con un hogar que mantener, el temor puede sentirse como una amenaza muy tangible con consecuencias desastrosas.

Pero el miedo no es una estrategia. Ahora que me han liberado de ese rol, mi atención completa está forzada hacia lo que he construido para mí mismo a lo largo de los años. Siento la urgencia instalándose porque es más evidente que nunca que necesito recuperar el tiempo perdido. El momento de actuar fue ayer, pero el segundo mejor momento es ahora, y finalmente soy libre para tomarlo.

El Lado Positivo en el Pánico

Hay un poderoso lado positivo en todo esto. Mi carrera ha significado que siempre he estado involucrado con empresas pasando por momentos difíciles, careciendo de dirección y necesitando estabilidad. He visto, de cerca, lo que el pánico hace a un balance general y cómo impacta cada nivel de toma de decisiones. He sido quien es llamado para calmar la tormenta.

Este pensamiento es muy sobrio porque ayuda a cimentar una verdad central: todos somos solo personas con un conjunto estándar de emociones, desde el CEO hasta el trabajador con el salario más bajo. Fundamentar mis pensamientos en esta realidad es crítico. El éxito no es una garantía, a pesar de lo que nos dicen los estafadores en línea. Lo sé por años de observación, y más importante aún, por ser la persona que realmente construyó los sistemas de los que se beneficiaron.

La Libertad Desconocida

Entonces, vuelvo a lo que dije antes: asiéntate en tu piel como persona. Cuando enfrentamos estos escenarios incontrolables, todos necesitamos practicar la empatía, porque en el núcleo de cualquier negocio, nada sucede sin conexiones y comunidad. Todos tenemos el mismo conjunto de emociones.

Ahora mismo, voy a prepararme una taza de café muy necesaria y esperar con ansias la semana laboral. Es un acto pequeño, pero es algo que puedo controlar. Y de alguna manera extraña, creo que las cosas estarán bien. Simplemente no he tenido tanto tiempo sin estructura en más de 15 años. Con toda la experiencia que he acumulado, tal vez mi “problema” sea en realidad mi mayor oportunidad.

Por primera vez, no tengo que esperar a que alguien más me diga qué hacer, qué pensar o qué sentir. Soy un profesional capacitado con un conjunto de habilidades muy amplio. Esa misma curiosidad que me llevó a construir proyectos paralelos también me ha visto aterrizar en situaciones privilegiadas, diseñando soluciones para clientes importantes. No solo creo que esos talentos se activarán para estabilizar el camino por delante. Lo sé. Es hora de ser mi mejor cliente.

Huh…supongo que escribir sí funciona….

Gracias por leer!